Entre dos Mundos
¡Hola!
El título de esta entrada es "Entre dos Mundos" porque así es como me siento.
Desde que fui pequeña recibí una educación católica, participé de muchas actividades religiosas y de catequismo hasta los 16 años, que elegí tomar distancia de la religión e ingresé a la universidad. Transcurrieron los años hasta los 27, que empecé otro camino espiritual, diferente al de la religión católica, en el cual empecé a incorporar diversas herramientas de sanación y de despertar espiritual (le llamaré el camino complementario). El año pasado, 2019, luego de una constelación familiar a la que acudí, sentí volverme a acercar nuevamente a la religión católica.
En este punto y al encontrarse dentro de mi estos dos mundos, el de la religión católica con el camino complementario, empecé a experimentar toda una revolución física, emocional, mental y por supuesto espiritual. Lo primero que sentí es que de ambos caminos tomé mucho, y a ambos caminos dí mucho. Pero, de alguna forma, sentía que de ambos debía seguir tomando y a ambos debía seguir dando. Entonces, estuve frente a un gran dilema, ¿Cómo unir aquello que ha estado separado por centenares de años debido a su gran diferencia de creencias? ¿Cómo reconciliarlos en mi si ambos caminos se miran con juicio el uno al otro? ¿Cómo lograr todo esto sin el juicio hacia mí de alguno de los caminos por revelar mi amor hacia el otro camino?
Comencé a meditar como el camino complementario me enseñó y comencé a orar como el camino de la religión me enseñó, y en mi corazón iba surgiendo un nuevo entendimiento y verdad: ambos son parte de mí, son la historia de mis ancestros, son parte de mi esencia, son parte de quien soy; iba a ser imposible alejarme de alguno, porque sería renunciar a una parte de mí; la solución era fusionarlos para lograr un tercer camino.
Empecé a sentir que el camino de la religión católica para mi representa al Padre, y el camino complementario representa para mi a la Madre, y de inmediato eso me llevó a mis padres. Pude sentir el fraccionamiento en mi corazón de ambos aspectos, las profundas heridas que mutuamente se hicieron en el tiempo, todo se revelaba dentro de mí. Comencé un trabajo de integración muy interesante donde fusionaba a ambos en mi corazón, entonces dejaron de ser dos para convertirse en uno. Luego de hacer esto, hice lo mismo con el camino de la religión católica y el camino complementario. Fue un trabajo muy interesante de profunda sanación interna, pues han sido siglos de confrontación y heridas mutuas, realmente fue un trabajo muy ancestral.
Ahora, me siento lista para transitar este tercer camino, que incluye a ambos caminos, el de la energía del Padre (lo masculino, las reglas, las normas, la estructura) y la energía de la Madre (lo femenino, lo creativo, lo diferente, lo intuitivo, lo místico). Esta tercera energía, es una energía muy especial, tiene fuerza, seguridad, integridad y una profunda aceptación de todo como es; toma de cada uno de los caminos lo que le sirve y le nutre, y avanza siempre hacia la vida, sin juzgar, intentando ver desde lo más alto cada experiencia. Ese es mi camino, el que se despliega entre esos dos mundos.
¡Bendiciones!
Alina
P.D. Si te interesa saber más acerca del trabajo de sanación que hice, escríbeme al +5492804343040.
El título de esta entrada es "Entre dos Mundos" porque así es como me siento.
Desde que fui pequeña recibí una educación católica, participé de muchas actividades religiosas y de catequismo hasta los 16 años, que elegí tomar distancia de la religión e ingresé a la universidad. Transcurrieron los años hasta los 27, que empecé otro camino espiritual, diferente al de la religión católica, en el cual empecé a incorporar diversas herramientas de sanación y de despertar espiritual (le llamaré el camino complementario). El año pasado, 2019, luego de una constelación familiar a la que acudí, sentí volverme a acercar nuevamente a la religión católica.
En este punto y al encontrarse dentro de mi estos dos mundos, el de la religión católica con el camino complementario, empecé a experimentar toda una revolución física, emocional, mental y por supuesto espiritual. Lo primero que sentí es que de ambos caminos tomé mucho, y a ambos caminos dí mucho. Pero, de alguna forma, sentía que de ambos debía seguir tomando y a ambos debía seguir dando. Entonces, estuve frente a un gran dilema, ¿Cómo unir aquello que ha estado separado por centenares de años debido a su gran diferencia de creencias? ¿Cómo reconciliarlos en mi si ambos caminos se miran con juicio el uno al otro? ¿Cómo lograr todo esto sin el juicio hacia mí de alguno de los caminos por revelar mi amor hacia el otro camino?
Comencé a meditar como el camino complementario me enseñó y comencé a orar como el camino de la religión me enseñó, y en mi corazón iba surgiendo un nuevo entendimiento y verdad: ambos son parte de mí, son la historia de mis ancestros, son parte de mi esencia, son parte de quien soy; iba a ser imposible alejarme de alguno, porque sería renunciar a una parte de mí; la solución era fusionarlos para lograr un tercer camino.
Empecé a sentir que el camino de la religión católica para mi representa al Padre, y el camino complementario representa para mi a la Madre, y de inmediato eso me llevó a mis padres. Pude sentir el fraccionamiento en mi corazón de ambos aspectos, las profundas heridas que mutuamente se hicieron en el tiempo, todo se revelaba dentro de mí. Comencé un trabajo de integración muy interesante donde fusionaba a ambos en mi corazón, entonces dejaron de ser dos para convertirse en uno. Luego de hacer esto, hice lo mismo con el camino de la religión católica y el camino complementario. Fue un trabajo muy interesante de profunda sanación interna, pues han sido siglos de confrontación y heridas mutuas, realmente fue un trabajo muy ancestral.
Ahora, me siento lista para transitar este tercer camino, que incluye a ambos caminos, el de la energía del Padre (lo masculino, las reglas, las normas, la estructura) y la energía de la Madre (lo femenino, lo creativo, lo diferente, lo intuitivo, lo místico). Esta tercera energía, es una energía muy especial, tiene fuerza, seguridad, integridad y una profunda aceptación de todo como es; toma de cada uno de los caminos lo que le sirve y le nutre, y avanza siempre hacia la vida, sin juzgar, intentando ver desde lo más alto cada experiencia. Ese es mi camino, el que se despliega entre esos dos mundos.
¡Bendiciones!
Alina
P.D. Si te interesa saber más acerca del trabajo de sanación que hice, escríbeme al +5492804343040.
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